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martes, 13 de septiembre de 2016

4.- Garabatos

Muuuucho tiempo ha pasado desde el último post sobre el libro técnicas de dibujo de Peter Jenny. De hecho me he quedado estancado porque para el siguiente ejercicio necesitaba a otra persona para que me dibujase algo en la espalda y yo tratase de adivinar de qué se trataba dibujándolo a su vez. Pues por h o por b no ha habido manera de conseguirlo, así que he pasado provisionalmente a la siguiente tarea: hacer garabatos.
Esto, que puede parecer una estupidez es algo francamente asombroso. Si podéis, echad una ojeada a lo que vuestros compis de curro garabatean en sus papeles cuando atienden una llamada (si es el caso, claro), veréis auténticas joyitas y trazas de lo más profundo de su subconsciente (si es que éste existe, tengo una discusión pendiente con Freud al respecto XD). Desarrollos arquitectónicos, formas geométricas, curvilíneas, dibujos terminados, montones de palabras encadenadas,... En fin, es un micromundo realmente interesante. De hecho me viene a la cabeza un ejemplo de un libro que leí hace algún tiempo, muy recomendable: Las lecciones del dibujo, una serie de artículos, algunos verdaderamente densos recopilados para crear este volumen. No podría ahora mismo especificar en qué capítulo, pero recuerdo que el autor hablaba de cómo siendo profesor en una facultad de bellas artes, vio que una alumna no demasiado destacada en los ejercicios propuestos, tenía sus apuntes cubiertos de garabatos de bastante valor plástico. Al preguntarle a la alumna por qué no utilizaba estos garabatos para sus ejercicios, la misma se limitó a decir que aquello no era material para ninguna obra y que no se iba a arriesgar a hacerlo delante de sus compañeros. Parafraseo muy a grosso modo, porque no recuerdo exactamente, pero me pareció interesantísimo cómo a veces algo a lo que le damos muy poco valor, puede tener unas dimensiones plásticas importantes.
Pues claro, con gusto me apliqué a la tarea:


Aunque al inicio quedó un poco forzado, rápidamente fue cogiendo entidad, hasta configurar una especie de paisaje de líneas y planos muy simpático. Recordaba el ejemplo de la chica porque tiene algo que ver con estas formas que voy cruzando: empezaron como algo lúdico, si mal no recuerdo allá por los tiempos de la universidad en Madrid y desde entonces siempre me han acompañado y siempre que he podido los he incluído en algún proyecto. Una tarea súper entretenida con la que seguimos en ese aprendizaje constante que es el dibujar.

¡Hasta la próxima!

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